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Luis Miguel Incera: “El arte llegó a ser un vicio para mí”

  • minervaportaldigit
  • 10 nov 2021
  • 4 Min. de lectura

Con una colección que empezó a comienzos de 1990, el exvicepresidente de San Lorenzo y socio del estudio jurídico PAGBAM, tiene más de 300 obras de arte distribuidas entre su casa, oficina, depósito y familiares, como sus hijos.


Por: Martina Churba


Su vida diaria se desarrolla entre sus tres pasiones: el derecho, el arte y el fútbol.

“La Victoria” de Andrés Waissman, cuadro que posee en su oficina, lo muestra

en la cancha, alentando al club entre la multitud. Crédito: Martina Churba.


El domingo 7 de noviembre finalizó la 30° edición de arteBA. En el marco de la vuelta a la presencialidad, la exposición se realizó en Arena Studios, en La Boca; y no en su histórica locación, La Sociedad Rural. Con una gran producción que convocó a artistas mayormente locales, la semana del arte de la fundación contó, este año, con 300 artistas y 59 galerías en todo el país. Entre los presentes estuvo el abogado y coleccionista Luis Miguel Incera.


El arte para Incera es parte de su vida. Su pasión por los cuadros comenzó cuando tenía alrededor de 30 años. El acercamiento lo hizo su decoradora, Estela Tiscornia, quien le dijo que necesitaba pinturas para su nueva casa. “Yo no conocía nada. Mis padres nunca compraron un cuadro. Ella quería que yo le dijera “me muero por ese”, yo no entendía a qué se refería”, afirma.


Con un cambio de locación, y una apuesta más local,

arteBA 2021 fue un éxito para Incera. Crédito: Martina Churba.


Desde su primer cuadro, de la serie “Vasijas” de Juan José Cambre, a la actualidad, la colección de Incera pasó a sumar más de 300 obras. Considera que la pupila de un amante del arte se empieza a acostumbrar a lo que ve: “El ojo detecta y te va mostrando qué es un artista y qué es un pintor. Pintar lo hace cualquiera, pero un artista necesita creatividad”. Con ojos entrenados, no solo tiene obras de reconocidos artistas, sino que, además, apuesta por pequeños emprendedores, sin consagrar. Es consciente del riesgo de comprar a alguien que puede “no pegarla”, pero afirma que el valor estético el artista ya se lo pagó, y eso es lo que vale.


“Debo reconocer que, mintiendo un poquito, le dije que ese cuadro me gustaba. Sí me gustaba, pero tampoco tanto. Y resultó ser mi primera obra”, relata Incera sobre su Cambre.

Imagen: Cuadro de la serie “Vasijas”, de Juan José Cambre.

Crédito: Martina Churba.


Su involucramiento en esta destreza lo llevó a ser vicepresidente del Consejo de Administración de la Fundación arteBA. “Mi experiencia fue muy buena. Fueron momentos de gran felicidad y satisfacción”, considera Incera. Luego de ser vicepresidente del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, analiza que formar parte de la fundación de arte fue una vivencia más tranquila y, al mismo tiempo, alegre; con menos política involucrada. Además, reconoce que quiso desvincularse de la dirigencia de la fundación en 2019 porque, desde su visión, necesita recambio y gente joven, con ideas frescas.


Sobre la edición de 2021, considera que se trató de “una gran muestra”. Cada arteBA se organiza con mucho tiempo de anticipación, mientras que este año, por el marco de la pandemia, se realizó en solo tres meses. Incera cree que el cambio de locación fue atinado por el alto costo que implica La Rural y el contexto actual; y los resultados lograron ser mayores a los esperados, en cuanto a calidad de obras y número de ventas. “La feria estuvo muy linda, tiraron toda la carne a la parrilla”, evalúa el coleccionista.


Entre sus colecciones, posee una de pinturas históricas, con artistas que

reflejan diversos hechos que varían desde el hundimiento del ARA

General Belgrano, hasta el episodio reciente de las bodegas de

Calafate de la vicepresidenta Cristina Kirchner. Crédito: Martina Churba.


La palabra pasión viene del latín patior, que significa sufrir o sentir. Es una emoción intensa que engloba el entusiasmo o deseo por algo. En el caso de Luis Incera, su amor por el arte atravesó la barrera de visitar museos y recorrer galerías. Hoy tiene una colección que almacena en su oficina, casa y un departamento que compró exclusivamente como depósito, además de aquellas que distribuyó entre sus hijos. Incluso, posee un inventario de cuatro tomos en su oficina, en el que lleva un registro de remitos y certificados de autenticidad de cada obra que compró.


Más allá de su pasión por el arte, Incera es socio del estudio jurídico PAGBAM (Pérez Alatin, Grondona, Benites & Arntsen), y fue vicepresidente del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, además de miembro del Tribunal de Apelaciones de la Superliga Argentina. “Cuando estaba en el club, salía del Estudio a las 6 de la tarde y estaba en la cancha hasta las 12 de la noche”, relata.


“Mi padre era un inmigrante español fanático de San Lorenzo. Desde chico soñaba con crecer e ir a la cancha a verlo”, recuerda Incera. Crédito: Olé.


El “abogadillo de la familia”, como lo definía su abuela, supo siempre que quería salir del pueblo y dedicarse al derecho. Tenía, también, el deseo de llegar a Buenos Aires y ver a San Lorenzo, club que ama desde la cuna, pero quedaba lejos de Casbas (Provincia de Buenos Aires). Incera llegó a cumplir esos sueños, y otros que nunca ni siquiera anheló, como el lugar que terminó teniendo en el club, la relevancia que logró como abogado, y su pasión por el arte, con una colección cada vez más grande de obras.”Soy un apasionado de las cosas”, concluye en su despacho, rodeado de documentos legales, esculturas de pelotas de fútbol y pinturas apiladas sobre las paredes.


Ping-pong de preguntas y respuestas que combinan el arte y el fútbol:

Crédito: Martina Churba.




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Esta es publicación realizada por los alumnos de la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral. Buenos Aires - Pilar, Argentina

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